sábado, 22 de abril de 2017

Tema:10 Las civilizaciones fluviales. Mesopotamia

                 La mujer en Mesopotamia


En esta entrada os voy a hablar de la vida de las mujeres en Mesopotamia, la mejor fuente para conocer esa situación es el código de Hammurabi un conjunto de leyes establecidas por ese rey en el S. XVIII a.C. Muchas de esas normas nos describen los derechos y obligaciones de las mujeres así podemos hacernos una idea de cómo vivían. Hay algunos aspectos del código importantes para comprender la mentalidad de las personas en la antigua Mesopotamia. El orden social estaba por encima de cualquier tipo de derechos individuales, el marido o el padre eran el cabeza de familia y también se consideraba que la legitimidad de la descendencia era esencial y por eso se limitaba estrictamente la libertad sexual de las mujeres, no así la del hombre.

La sumisión de la mujer
La mujer en Mesopotamia estaba sometida a la autoridad del hombre, ya fuese su marido o su padre. Los hijos se consideraban posesiones del padre. La mujer no pertenecía al marido pero en el aspecto sexual sí y la mujer tenía una relación fuera del matrimonio la relación estaba seriamente castigada tanto a ella como a su amante.
Aunque en Babilonia se cree que las mujeres tenían derecho de propiedad, lo más normal era que el padre o el marido administrasen lo bienes familiares.

El matrimonio
Era acordado por el padre o los hermanos de la novia, y el Código de Hammurabi establecía que era necesario un contrato para establecer las condiciones de la unión y las posibilidades que podría haber en caso del divorcio o viudedad.
En el contrato se establecían dos conceptos importantes: la dote y el precio de la novia.
La dote era la cantidad que el padre de la novia otorgaba a su novia para mantener su nuevo hogar. Las hijas no tenían derecho a la herencia de su padre, porque se supone que ya iba en la dote.
La dote pasaba a ser administrada por el marido. El precio de la novia era una cantidad acordada por la familia del novio que se la daban para que su hijo pudiera casarse.
El padre podía dar una hija para que fuera sacerdotisa de un dios.

Divorcio y ruptura familiar
Si  el hombre quería divorciarse lo podía hacer sin necesidad de una justificación, pero si tenía hijos ella se quedaba con la dote y con todo. Si era la mujer la que quería divorciarse deberían de estar de acuerdo o iban a tribunales, si la mujer demostraba que había sido por culpa del marido la mujer se quedaba con la dote y con todo, pero si era al revés el marido podía tenerla de esclava o arrojarla al río.

La protección de las viudas
Cuando una mujer se quedaba viuda se le entregaban los regalos de boda que habían sido guardados para ello, si no había regalos entonces la mujer heredaba del marido una proporcionalidad igual a la de algún hijo y podía quedarse en la casa el resto de su vida. Sí quisiera volver a casarse se quedaba sin nada pero si tenía hijos, tenía que pedir consentimiento para poder casarse otra vez.

SABÍAS QUE...El adulterio
Sí el hombre mantenía relaciones sexuales con otra mujer no le ocurría nada malo, pero si era la mujer, ella y su amante eran atados con cuerdas y tirados al río por orden del marido.

Yo creo que la sociedad en aquella época era muy machista y la mujer no tenía tantos derechos como tenía el hombre y eso es injusto.